¿Cómo trabajar un texto con niños pequeños?

Ideas para potenciar el proceso de lectura, en el hogar, para niños de 2 a 4 años de edad

El cuento seleccionado es:

Anita junta colores

Autor: Graciela Montes y Elena Torres

Propuestas:

1)      Antes de leer el cuento, observar las imágenes de la portada, preguntándole al niño qué es lo que ve, de qué podría tratarse el cuento, cuáles serían los personajes, entre otras preguntas.

También se debe mostrar al niño el título de cuento, comentándole que éste nos entrega información importante sobre la temática del relato (idea central), además, resulta útil mencionarle que los autores son aquellas personas que crearon esta historia.

Esta actividad potencia en el niño la conciencia de lo impreso, ya que podrá discriminar las partes de un texto (Título, cuerpo) , la orientación de la lectura (izquierda- derecha), los autores (personas que redactan el cuento), para, de esta forma, fomentar la posterior búsqueda de la información.

2)      Realizar una lectura en voz alta del cuento, con entonación y prosodia adecuadas (dando énfasis a los signos de interrogación, exclamación, cambios en la voz de personajes, entre otros), procurando que el niño se interese sobre el tema e indique, a medida que se lee el relato, las imágenes que representan lo leído, comprobando así que está comprendiendo la lectura.

La discriminación auditiva y memoria verbal serán trabajadas mediante la lectura en voz alta, la que potenciará la asociación fonético- semántica, además la lectura en voz alta, en un lugar cómodo e iluminado, con la prosodia adecuada fomentará la motivación de los niños hacia el proceso lector.

3)      Durante la lectura en voz alta del cuento, invitar al niño a buscar en el entorno cercano, objetos que tengan relación con la lectura, en este caso, elementos de los mismos colores que se muestran en el texto indicando su nombre.

Esta actividad trabaja varias áreas de la comprensión lectora, entre ellas la semántica (o significado de las palabras) la conciencia fonémica pasiva (encontrar objetos que contengan en sus nombres el sonido indicado, en su inicio, medio o final de la palabra).

4)      Preguntarle al niño, cuál es su color preferido, y ponerlo en la situación de Anita, la protagonista del relato, para que comente qué haría él/ella con los colores recolectados.

Esta actividad incentiva la comprensión lectora en distintos niveles, literal, inferencial, ademas de el nivel creativo.

5)      La lámina final del cuento no contiene texto, por lo tanto, incentiva la creatividad del niño, para elaborar un final, acorde a su elección, permitiendo la participación y expresión de sus ideas y pensamiento.

La actividad descrita promueve la comprensión lectora en nivel creativo, pues el niño debe crear un final para la historia y luego argumentarlo.

6)      Al finalizar la lectura, entregar al niño materiales como lápices, plasticina y/u otros, para fomentar su experiencia de lectura, ademas de la creatividad, entrelazando los procesos cognitivos y motrices, tan importantes en edades tempranas.

7)      Realizar en conjunto con el niño una dramatización de la lectura, cambiando algunas partes y promoviendo la participación y gusto por la experiencia lectora.

Estas actividades promueven el interés por la lectura, ya que hacen énfasis en la manipulación de material concreto y elaboración de figuras, dramatizaciones u obras de teatro y/o dibujos que den cuenta de la comprensión lectora y el nivel creativo de ésta, ademas promueven la creación de un ambiente de confianza y entretención familiar.

8)      Una vez leído el cuento, se puede comenzar a trabajar con las vocales y su representación gráfica, paulatinamente hacer que el niño las identifique dentro del texto y nombre algunas palabras que comiencen con el mismo sonido.

La acción desarrollada previamente fomenta la conciencia fonológica, específicamente la discriminación auditiva de los fonemas (vocales), pues se realizará la asociación a su respectivo grafema (letra), potenciando la conciencia alfabética o conocimiento del abecedario.

Ideas para potenciar la lectura, guiadas por la Educadora de Párvulos, orientadas a niños de 4 a 6 años 

Texto: Ronquidos

Autor: Michael Rosen

Ilustraciones: Jonathan Langley

Propuestas:

1)      Conformar un ambiente de aula apropiado para la lectura, con iluminación adecuada y espacio confortable, la educadora ubicada de frente a los niños y mostrándoles el texto seleccionado, para que los niños se familiaricen con él, en primera instancia se recomienda realizar algunas preguntas sobre los componentes de la portada del cuento seleccionado: ¿Cuál es el título del cuento?, a su vez, señalándolo con el dedo, ¿Me pueden mostrar una letra /R/? ¿cómo suena?, entre otras.

La motivación a la lectura se relaciona con la experiencia lectora, que se conforma del lugar, iluminación, predicciones del texto a leer, activación de los conocimientos previos y gustos personales de cada lector, por este motivo es necesario generar ambientes que potencien dicho proceso.

2)      Dar inicio a la lectura en voz alta, poniendo énfasis en las ilustraciones del cuento, realizando preguntas específicas a los niños  ¿qué animales vemos en esta página? ¿si todos los animales están durmiendo, que creen que puede pasar?, para posteriormente comprobar las predicciones.

Las preguntas deben ser breves, tratando de mantener la atención en la lectura, con el objetivo de promover la comprensión lectora e inferencias que realizan los niños, comprobando así, que realmente están atentos y comprenden lo leído,  para ello, es recomendable no preguntar a más de 3 niños por vez y continuar leyendo, para no perder el foco en el relato.

3)      Una vez finalizada la lectura, realizar  preguntas relacionadas a la comprensión de ésta, tanto a nivel literal (es decir lo que aparece textual o explícito en el cuento), inferencial (en relación a aquello que no aparece dentro de la lectura, pero se puede deducir) y, finalmente, nivel apreciativo (tomando en cuenta sus impresiones y emociones acorde a lo leído).

 Esta actividad trabaja algunos niveles de comprensión lectora, literal, inferencial y apreciativo, los que a través de preguntas promueven el análisis de la información, búsqueda de ésta, atención ante el proceso de lectura, la memoria y concentración, que consisten en  habilidades cognitivas importantes para propiciar un adecuado umbral lector (este concepto se refiere a las habilidades desarrolladas previamente al proceso lector, como el conocimiento del sonido de algunas letras, la fluidez y velocidad para nombrar objetos, además de la conciencia fonológica)

4)      Invitar a los niños a buscar dentro del cuento una palabra que sea desconocida para ellos, para luego averiguar su significado con ayuda de la educadora, para ello pueden utilizar el diccionario, internet, e incluso  la imaginación, proponiendo significados y luego contrastándolo con los encontrados en el diccionario,  finalmente,  se les propone realizar un  dibujo de la nueva palabra agregada al vocabulario, gracias a la lectura.

Mediante la investigación en el diccionario se desarrolla la semántica, y se logra ampliar el vocabulario de los niños, es trascendental hacer hincapié en la importancia de la implementación de nuevo vocabulario para aumentar la comprensión lectora,  todo lo anterior debe ser dentro de una actividad significativa, en que puedan utilizar su nuevo concepto creando oraciones y aplicándolo en su vida diaria.

5)      Utilizando palabras del cuento y láminas que las representen se puede trabajar la conciencia fonológica, más específicamente la conciencia segmental ( en relación a la separación de las palabras por sílabas)

Por ejemplo:

Perro (imagen de un perro), que potencia la semántica y posterior separación en sílabas (Pe-rro) que potencia la conciencia fonológica, habilidad necesaria para desarrollar la lecto- escritura.

Gallo (imagen de un gallo), que potencia la semántica y vocabulario y posterior separación en sílabas

(Ga-llo) que potencia la conciencia fonológica, habilidad necesaria para  desarrollar la lecto-escritura

Las habilidades trabajadas en segmentación silábica potencian el posterior desarrollo de la escritura, además trabajar con láminas permite ampliar el vocabulario y posterior comprensión de una amplia gama de textos.